Relatemos

…otra manera de ver las palabras…

Publicaciones de diciembre de 2009

Rutina

10 de diciembre de 2009 - 18:30 - Publicado por en Principal

Es triste, le ocurre a mucha gente, pero escapemos del dichoso dicho “mal de muchos consuelo de tontos”. La humanidad está sumida en la rutina, diversas rutinas divididas en varios grupos. Para algunos, su rutina es encontrar algo que comer cada día. La rutina de otros es la difícil decisión de qué vestido ponerse para la fiesta de esta noche (maldita rutina). Tanto para unos y para otros tan poco. Pero realmente, con lo poco (o mucho) que tenemos, no es tan difícil alegrar esas vidas metódicas y repetitivas que tenemos. Hay muchas opciones, no agradables para todos los gustos, pero de todas, todos pueden extraer algo sin lugar a dudas. A lo largo de nuestra vida dormimos durante 23 años. Pasamos comiendo los nada despreciables 6 ó 7 años. Para ir a trabajar no más de 9 años nos pasamos en algún tipo de transporte urbano 3 años completos. A lo largo del día hacemos otras cosas importantes como la higiene personal. Curiosamente las mujeres se asean durante 2 años de su vida, cosa que un hombre realiza en unos ridículos 117 días. Eso muestra que el hombre emplea el mismo tiempo para lavarse que para hacer el amor, acto en el que mujeres y hombres empleamos 110 días.
La suma de todos estos números (y algunos más) da como resultado la esperanza de vida de las personas. Dentro de ese tiempo realizamos las actividades que nos permiten, digamos, tener un buen motivo de vivir. ¿Qué actividades existen para romper con la rutina? Definimos como agradables ciertas actividades de forma subjetiva, de tal forma que para algunos salir a correr es placentero, mientras que otros saldrían corriendo para escapar de tal actividad. Pero hay cosas que son, como dirían algunos presidentes del gobierno, de “interés general”. Uno; pasear. Esto rompe con la rutina en cierto modo, ya que puede ser fácilmente sustituido por el camino diario a casa y al trabajo, convirtiéndolo de nuevo en rutina. Dos; leer. Por desgracia hay gente que odia los libros, en cualquier caso, leer puede ser placentero para todo ser viviente no analfabeto. Un libro adictivo es una buena opción para los más reacios a la lectura. Escritores como Dan Brown, Agatha Christie hacen que siempre antes de parar de leer desees parar en el capítulo siguiente. Tres; cine. Todos vamosrutina periódicamente al cine, aunque la calidad de las películas muchas veces deja mucho que desear. Mejor esperar a verlas en DVD. Cuatro; DVD en casita tranquilito. Es muy relajante y estando en agradable compañía mejor. Cinco; conciertos. Por desgracia no en todas las ciudades hay conciertos regularmente, a no ser que nos conformemos con escuchar de vez en cuando a Rafael o La Década Prodigiosa (con todos mis respetos). Seis; teatro. El espectacular y olvidado teatro. El teatro puede llegar a transmitir y estimula mucho más la mente que cualquier otro espectáculo popular. Por desgracia la afluencia a los teatros es poca, pero por suerte, suele haber hasta en las pequeñas ciudades. El teatro concede al espectador un mayor nivel de implicación con la obra. Da igual ver un drama de Shakespeare como “Hamlet”, o una comedia moderna como “En la cola del Inem”. Siempre que salgo del teatro siento que no he desperdiciado el tiempo. Siete; monólogos. Los hay también en pequeñas ciudades. Algunos son un poco malos pero ser humorista es más difícil de lo que parece. No hay ninguna duda de que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar. Ocho; deportes. Lo anterior colabora con una mente sana, pero debe ser… “men sana in corpore sanum”, y para ello tenemos el deporte, que por desgracia pocos practican. Y no es tan difícil como parece. Senderismo, hay cientos de caminos por los alrededores, tenis, footing, natación, baloncesto. Nueve; turismo rural. Suena a “lejos” pero no está lejos. Está aquí mismo ya que a pocos kilómetros siempre hay pueblos emblemáticos y mágicos. Solo hay que coger una de esas guías gratuitas que tienen en la oficina de turismo. Suele pasar que intentamos viajar lejos cuando ni siquiera conocemos nuestro propio entorno. Una pequeña ruta en un pueblecito de aquí al lado se puede realizar en una tarde de sábado. Quizá en invierno es necesario abrigarse un poco más, pero es igual de reconstituyente. Diez; observar. Parece una tontería pero no observamos lo suficiente. Hay lugares inmóviles que son fascinantes de mirar. Si empleamos el tiempo necesario, veremos cosas que no hemos visto y nos vendrán ideas, por si solas, de otras actividades que podemos hacer.
Todas estas cosas pueden hacerse en soledad o en compañía, multiplicando así por dos las posibilidades, ya que hay un momento para todo. Hay que aprovechar lo que nos da la vida, lo consideremos mucho o poco, y va siendo hora de que me tome en serio mis propios consejos. Como dije, es más fácil hacer llorar que reír, sin embargo, todos intentamos ser felices ya que pasamos en nuestra vida 50 días llorando y casi 2 años riendo.