Más de dos años de silencio. Pero los tiempo cambian y he decidido que ¿por que privar al mundo de mis pensamientos? o ¿por qué no castigar al mundo con ellos? Agradables o nefastos, libre es el que los lea de leerlos. Al fin y al cabo esto es una terapia que no lleva más de unos cuantos minutos a la semana. Estaremos en contacto, tiembla blog.
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No tengo ninguna duda de que la vida es algo, más que fortuito, inevitable. Resulta curioso porque a lo largo de siglos de investigación y teorías científicas, el ser humano ha tenido ideas bastante alejadas de la realidad. Todavía no conocemos la realidad del universo, y desde mi punto de vista aún estamos muy muy lejos de conocerla. Primero nuestra plana Tierra era una creación divina ubicada en el centro del universo. Más de uno murió quemado vivo a manos de la iglesia (en nombre de Dios) por mantener una teoría diferente a esta. Ya en el siglo IV a Hipatia le resultaba extraño que todo girara alrededor de la Tierra, puesto que no encontraba una solución a los movimientos extraños que hacían las denominadas en aquel entonces “estrellas errantes”. Hipatia murió linchada a manos de los cristianos por diferentes (y dudosos) motivos. Doce siglos más tarde, Galileo se atribuyo la invención del telescopio, instrumento del cual ya había un prototipo holandés, bastante menos ponente. Gracias a este invento, la Republica de Venecia, pensando en sus objetivos militares (lo de siempre), subvenciona las investigaciones de Galileo, impulsando enormemente sus avances. Galileo demostró mediante la observación, con experimentos tangibles, que los objetos celestes no eran esferas prefectas, sino que tenían rugosidades al igual que las montañas en la Tierra. Fue capaz de entender la naturaleza de la Vía Láctea y nuestro lugar en ella. Llegó a observar los anillos de saturno y las manchas solares. Galileo fue condenado a arresto domiciliario de por vida por el Papa Urbano VIII. Todos estos contratiempos han retrasado nuestro conocimiento del entorno que nos rodea, y por culpa de ello nos hemos considerado solos en este universo gigantesco. Hasta hace bien poco muchos creían que nuestro sistema solar era insólito o incluso único. Ahora sabemos que existen más planetas orbitando otras estrellas. Hemos tardado tanto en detectar estos planetas porque supone un gran problema. Una estrella tiene una luminosidad cientos o incluso miles de millones de veces superior a la del supuesto planeta que gira alrededor de ella. Nunca hemos visto un planeta extrasolar, pero sabemos que están ahí por un principio relativamente sencillo. Los planetas giran alrededor de las estrellas porque estas forman un campo gravitatorio que los atrae. Este campo gravitatorio es proporcional a la masa de la estrella. Los planetas también tiene una masa (mucho menor que su estrella) y por tanto también generan su propio campo gravitatorio, el cual atrae a su vez a la estrella. Dado que el planeta gira alrededor, dicha atracción produce una fluctuación en la estrella, una especie de oscilación que es mayor o menor en función de la masa del planeta, y esta oscilación sí la podemos medir gracias al efecto doppler. Ya se han detectado varios centenares de planetas extrasolares y ahora tenemos claro que el sistema solar más que insólito es inevitable y se repite constantemente en cualquier sitio donde miremos. La formación de un sistema solar conlleva cambios lentos y catastróficos de modo que en función del estado evolutivo de un sistema solar en formación está más posibilitado para la vida o menos. Nuestro sistema solar está compuesto por ocho planetas (y plutón), en los cuales de momento se han descubierto ciento setenta satélites. El satélite más cercano es la luna. Marte tiene dos satélites, Deimos y Fobos. Júpiter se lleva el record con sus sesenta y tres lunas. Saturno sesenta y uno, Urano veintisiete, Neptuno trece y Plutón tres. Está más o menos claro que el mejor lugar para vivir por aquí cerca es la Tierra. Esto es un lugar apto para nosotros entre ciento setenta y nueve lugares. Ahora sabemos que hay muchos muchísimos sistemas solares con planetas y lunas. Si pensamos en las leyes de la probabilidad (que se aplican en todo el universo) tenemos una probabilidad aplastante de que hay vida ahí fuera. No me refiero a muñecos verdes con ojos enormes o con rayos X o cosas así. Sinceramente yo me conformaría con encontrar evidencias de alguna bacteria. Pero hay tanto lugares para albergar vida que lo que me sorprendería es que no la hubiera. En realidad no tenemos una definición clara de la vida. Es posible que ya hayamos visto vida extraterrestre pero no la hayamos identificado como tal. Pensamos en la vida como organismos compuestos por células que se reproducen rápidamente, pero no miramos más allá, porque la vida ni siquiera tiene por que estar basada en el carbono. Existen líneas de investigación que estudian la viabilidad de la vida basada en el silicio de modo que para buscar vida primero tenemos que redefinir el concepto de vida. La temperatura más baja registrada en la tierra es de ochenta y cuatro grados bajo cero. Incluso en estas condiciones extremas existe vida. Por supuesto, las bacterias que vivían allí se asarían y morirían en los agradables veintiún grados de mi casa. También existen casos contrarios en los que otras bacterias se congelarían instantáneamente en mi casa, porque viven en los géiseres a varios cientos de grados sobre cero, y se alimentan de azufre. Existen miles de millones de combinaciones para albergar vida lejos de aquí. Solo hay que esperar un poco más, pero es cuestión de tiempo.
Mientras subo las escaleras voy buscando las llaves, aunque se que no me hacen falta. La puerta ya está abierta. Entro y escucho los crujidos del suelo de madera. Curioso, al principio querías decorar la casa con cojines en el suelo, al más puro estilo minimalista, y ahora te va lo clásico incluido este ruidoso suelo de roble americano. Supongo que me esperas arriba como cada día. Me sorprende, porque con todo el trabajo que yo tengo, tú siempre tienes mucho más y aún así tienes tiempo para mí. Sabes que adoro lo que haces y que lo valoro mucho. Cada día me sorprendes más y más. Ya son veintiocho primaveras que estamos juntos y tu pulso sigue tranquilizándome y dándome paz. No se que haría sin él, ni qué haría sin el calor que me has dado estos veintiocho inviernos. Sigo avanzando por el pasillo y no me equivocaba. Estás ahí. El aroma me confirma que has cocinado algo rico y ahora descansas leyendo. Estás tan sumida en la fantasía de tu libro que ni siquiera has escuchado el dichoso y ruidoso suelo. Pero me alegro de tenerlo, porque si no estuviera sería porque no estarías conmigo. Mientras me acerco empiezas a ser consciente de mi presencia, pero no te mueves, te gusta que te bese en el pelo. Ese pelo que huele a los veintiocho veranos que hemos compartido y que me eriza el vello aún después de tantos años. Hay personas, como tú y yo, que nacen con esa conexión intrínseca que tenemos y que por suerte hemos logrado culminar. Después de todo lo vivido, los años han deteriorado nuestros cuerpos, pero hoy estás más hermosa que nunca y día tras día te superas. Siempre me entregas lo mejor de ti, y bien sabes que te devuelvo la misma moneda. Te amo porque desde el primer día vi tu alma por encima de todo. Te amo porque en los veintiocho otoños hemos celebrado nuestro particular San Valentín. Se que has cerrado los ojos ahora que es en el cuello donde te beso. Nunca has dejado de respirar profundamente cada vez que me has sentido. El libro ya no tiene importancia, ya estamos juntos, tranquila, ya estoy en casa.
Y yo que pensé que nadie me leía. ¡No escribas! ¿Para que escribes? ¡Si Internet es pequeño y anticuado! Casi nadie entra y los que entran solo lo hacen para volver a salir. Pues mira tú por donde, la teoría de los seis grados funciona. Seis mil ochocientos millones de personas los cuales podemos conectarnos por no más de seis grados de separación. Yo te conozco a ti, tú conoces a ese tío, ese tío conoce al chino del restaurante chino y en china hay un tipo que vende sombreros mejicanos, íntimo amigo del chino del restaurante chino, ya sabes, el que conoce ese tío. Y van cuatro grados. Dos grados más, y el factor exponencial hace que todos estemos conectados. Hay quien afirma que son suficientes cinco de los grados, mientras que otros dudan que con siete sea suficiente. Por esta regla puedo publicitar mi blog enviando tan solo seis correos a seis amigos de confianza. Que lo reenvíen cada uno a sus otros seis amigos. Promoción, promoción, promoción. En fin, después de cuatro meses de abandono, me motivaré para dejar cuatro o cinco palabras (o incluso palabros) de vez en cuando.
No encuentro mi sitio. Queda poco tiempo.
Es triste, le ocurre a mucha gente, pero escapemos del dichoso dicho “mal de muchos consuelo de tontos”. La humanidad está sumida en la rutina, diversas rutinas divididas en varios grupos. Para algunos, su rutina es encontrar algo que comer cada día. La rutina de otros es la difícil decisión de qué vestido ponerse para la fiesta de esta noche (maldita rutina). Tanto para unos y para otros tan poco. Pero realmente, con lo poco (o mucho) que tenemos, no es tan difícil alegrar esas vidas metódicas y repetitivas que tenemos. Hay muchas opciones, no agradables para todos los gustos, pero de todas, todos pueden extraer algo sin lugar a dudas. A lo largo de nuestra vida dormimos durante 23 años. Pasamos comiendo los nada despreciables 6 ó 7 años. Para ir a trabajar no más de 9 años nos pasamos en algún tipo de transporte urbano 3 años completos. A lo largo del día hacemos otras cosas importantes como la higiene personal. Curiosamente las mujeres se asean durante 2 años de su vida, cosa que un hombre realiza en unos ridículos 117 días. Eso muestra que el hombre emplea el mismo tiempo para lavarse que para hacer el amor, acto en el que mujeres y hombres empleamos 110 días.
La suma de todos estos números (y algunos más) da como resultado la esperanza de vida de las personas. Dentro de ese tiempo realizamos las actividades que nos permiten, digamos, tener un buen motivo de vivir. ¿Qué actividades existen para romper con la rutina? Definimos como agradables ciertas actividades de forma subjetiva, de tal forma que para algunos salir a correr es placentero, mientras que otros saldrían corriendo para escapar de tal actividad. Pero hay cosas que son, como dirían algunos presidentes del gobierno, de “interés general”. Uno; pasear. Esto rompe con la rutina en cierto modo, ya que puede ser fácilmente sustituido por el camino diario a casa y al trabajo, convirtiéndolo de nuevo en rutina. Dos; leer. Por desgracia hay gente que odia los libros, en cualquier caso, leer puede ser placentero para todo ser viviente no analfabeto. Un libro adictivo es una buena opción para los más reacios a la lectura. Escritores como Dan Brown, Agatha Christie hacen que siempre antes de parar de leer desees parar en el capítulo siguiente. Tres; cine. Todos vamos periódicamente al cine, aunque la calidad de las películas muchas veces deja mucho que desear. Mejor esperar a verlas en DVD. Cuatro; DVD en casita tranquilito. Es muy relajante y estando en agradable compañía mejor. Cinco; conciertos. Por desgracia no en todas las ciudades hay conciertos regularmente, a no ser que nos conformemos con escuchar de vez en cuando a Rafael o La Década Prodigiosa (con todos mis respetos). Seis; teatro. El espectacular y olvidado teatro. El teatro puede llegar a transmitir y estimula mucho más la mente que cualquier otro espectáculo popular. Por desgracia la afluencia a los teatros es poca, pero por suerte, suele haber hasta en las pequeñas ciudades. El teatro concede al espectador un mayor nivel de implicación con la obra. Da igual ver un drama de Shakespeare como “Hamlet”, o una comedia moderna como “En la cola del Inem”. Siempre que salgo del teatro siento que no he desperdiciado el tiempo. Siete; monólogos. Los hay también en pequeñas ciudades. Algunos son un poco malos pero ser humorista es más difícil de lo que parece. No hay ninguna duda de que es mucho más difícil hacer reír que hacer llorar. Ocho; deportes. Lo anterior colabora con una mente sana, pero debe ser… “men sana in corpore sanum”, y para ello tenemos el deporte, que por desgracia pocos practican. Y no es tan difícil como parece. Senderismo, hay cientos de caminos por los alrededores, tenis, footing, natación, baloncesto. Nueve; turismo rural. Suena a “lejos” pero no está lejos. Está aquí mismo ya que a pocos kilómetros siempre hay pueblos emblemáticos y mágicos. Solo hay que coger una de esas guías gratuitas que tienen en la oficina de turismo. Suele pasar que intentamos viajar lejos cuando ni siquiera conocemos nuestro propio entorno. Una pequeña ruta en un pueblecito de aquí al lado se puede realizar en una tarde de sábado. Quizá en invierno es necesario abrigarse un poco más, pero es igual de reconstituyente. Diez; observar. Parece una tontería pero no observamos lo suficiente. Hay lugares inmóviles que son fascinantes de mirar. Si empleamos el tiempo necesario, veremos cosas que no hemos visto y nos vendrán ideas, por si solas, de otras actividades que podemos hacer.
Todas estas cosas pueden hacerse en soledad o en compañía, multiplicando así por dos las posibilidades, ya que hay un momento para todo. Hay que aprovechar lo que nos da la vida, lo consideremos mucho o poco, y va siendo hora de que me tome en serio mis propios consejos. Como dije, es más fácil hacer llorar que reír, sin embargo, todos intentamos ser felices ya que pasamos en nuestra vida 50 días llorando y casi 2 años riendo.
Cierra los ojos y piensa. Al fin y al cabo, no está todo tan mal. Salud, dinero, amor… ¿amor? Si, también amor. Hay ideas, buenas ideas y amigos, pocos, pero fieles. Sin duda más de uno te daría un riñón ¿te lo daría? Que importa, no quieres quedarte con el riñón de nadie, al fin y al cabo, tu vida no vale tanto como para acortar la de otro (o arriesgarla). Cuando llegue tu hora lo asumes. Para que alargar artificialmente una vida que tampoco es que aporte demasiado; quizá para alguien. Tu vida no vale tanto ¿no lo vale? Eso es lo que piensas. Quizá sí valga mucho para un puñado de personas; no te lo han dicho, pero es una posibilidad. Seguro que ni ellos lo saben hasta que faltes. En cualquier caso, te quieren, te lo demuestran. ¿Qué más quieres? Eres fuerte, tu cuerpo nunca sufre. Tienes razón, tu mente puede que sí. Lo tuyo no es “mens sana in corpore sanum”. ¿Qué es un cuerpo sin una mente? Recuerda que si puedes hacerte esa pregunta es porque tu mente está capacitada para ello. Lo sé, te preguntas si un retrasado mental es consciente de su propia condición, de la misma manera que te preguntas si un psicópata asesino es consciente de que mata a gente sin control. Tú mismo puedes ser un asesino y sin embargo percibes tu entorno como algo normal, sin violencia ni sangre. Quizá te busquen porque causas terror y dolor allá por donde vas, mientras tú estás convencido de que amas. ¿Amas? Seguro que sí, no puede ser todo tan surrealista como lo pintas. Si hay varias explicaciones para un hecho, la más simple suele ser la correcta. La explicación correcta aparecerá en cualquier momento, en cualquier lugar. No eres un asesino, odias la violencia, ni siquiera has pegado a alguien jamás. Tu único encuentro acalorado acabo con tu ojo inflamado y tu cara contusionada. Tu rival se reía. Ambos erais unos críos. Todo el mundo puede amar, incluso tú, incluso puede haber alguien que llegue a amarte. Darás tu vida por ella sin dudarlo ni un instante. Eso es lo que te falta; necesitas darlo todo y no sabes a quien. Esa persona, está ahí fuera.
Escabroso, abrupto, a veces infranqueable. Y através de ello, el tiempo avanza imparable y en silencio sin que podamos controlarlo. Cada segundo llenamos cada alveolo y enviamos la vida hasta la arteria más recóndita. Cada minuto tomamos miles de decisiones que nos mantienen con vida. Cada hora vienes a mi mente al igual que muchas otras cosas menos importantes. Cada día me levanto sabiendo que sí hay un motivo. Paso tras paso, en este terreno accidentado, observo como me alejo de mi origen y me acerco a mi destino. Ineluctable destino común para todo mortal, mortal, mortal. Escabroso a cada nivel individual, anteponiendo a cada uno barreras del mismo nivel subjetivo. Abrupto camino, porque todas las vidas son en el fondo sinónimos de todas las vidas. Infranqueable cuando voluntariamente alcanzamos nuestro final. Hoy los años pasan como meses y los meses como días, ridiculizando la percepción de nuestra existencia aquí. Convenciéndonos cada vez con más contundencia que no somos más que una fluctuación microcósmica en este universo. En cualquier caso, todo depende de cual es la escala en la que cada uno quiere asimilar la realidad. A escala macroscópica nadie trasciende. A escala personal estamos tu y yo y nuestra historia, están este y aquella y su historia, están las otras historias y las historias de las historias que Sí trascienden para unos y no para otros. Creando nuestra historia avanzamos hacia el dichoso momento en el que el corazón no late, los ojos se cierran y la sangre rescinde su vida. Historia que no es nada para nadie, pero lo es todo para ti y para mí.
Buenanueva o toque moderado, repique de todas las campanas, el repique usual u horario, repique cuaresmal u ocasional. Sea cual sea el sonido, las campanas suenan varias veces al día incansablemente, sin contar con los sonidos horarios y cuartos, los cuales sí disfrutan de tener una utilidad popular. Pero no queda la cosa ahí; está también la vigilia pernocturna, el canto de polyeleos, campanas para la liturgia y todas las que anuncian diferentes niveles de festividad. La palabra “pernocturna” ni siquiera existe. Quizá sea una especie de palabra (o palabro) endémica de la iglesia católica. Al margen de las palabras inventadas (o incluso graciosas), hay varios puntos en los que esta practica tan común afecta. Primero; tenemos la suerte (o desgracia) de vivir en un país aconfesional de modo que pese a la clara predominación de la presencia católica en nuestro país, no se puede decir (y así lo afirma la constitución) que vivamos en un país católico. Esto quiere decir que como país de libre elección religiosa, nadie tiene por qué ver destacar unas creencias respecto a otras (a no ser por la clara masividad de asiduos al catolicismo respecto a otras doctrinas). Segundo; esto crea un dilema respecto a los mecanismos en las que las empresas tienen derecho a publicitarse. No es que crea que sea una buena estrategia de marketing, pero a muchos empresarios les interesaría poder hacer un tipo de publicidad masiva, sonora, barata y que llega a todos sin que nadie pueda evitarlo (excepto con unos buenos tapones de oído). Por supuesto eso sería interrumpido vertiginosamente por las autoridades pertinentes. Tercero; la contaminación por CO2 es un asunto que afecta a la humanidad y está empezando a ser preocupante. Por suerte el único CO2 atribuible a las campanas es el que se produce en su transporte y mantenimiento, así que no nos vamos a meter con eso pero, ¿qué pasa con la contaminación acústica? Existen decenas de fórmulas para calcular los niveles acústicos de los múltiples tipos de sonido que producimos; ambiental, continuo, estable, de fondo, impacto, fluctuante, inestable, tonal… Los niveles sonoros que un vecino puede emitir desde su vivienda al exterior en horario diurno son de unos 60 ó 70 db a una corta distancia (por ejemplo, de un vecino a otro colindante). Si nos situamos a una distancia diez veces mayor que esta, las campanas superan el umbral del dolor del sistema auditivo, que se encuentra en unos 120 db, cifra muy por encima de la permitida y que sin duda escandalizaría a las autoridades sanitarias. Por suerte nadie vive a 30 metros de una enorme campana de 4000 kg. Cuarto; si unos pueden, por acto de fe, amor a un ser omnipotente, o promoción para encender velas a un euro, hacer llamamientos masivos de esta índole, entiendo que cualquier entidad religiosa o profesional pueda hacer lo mismo. No quiero ni imaginar si evangélicos, protestantes, budistas y musulmanes hicieran lo mismo. Probablemente no tocarían sus campanas todos a la vez, sino que irían por turnos, con lo cual tendríamos todo el espectro horario cubierto. Los musulmanes se llevarían gran parte de la tarta, ya que rezan permanentemente. Las campanas tienen muchos significados e interpretaciones, para empezar su forma de copa de vino invertida, simboliza el cáliz de la sangre de cristo. Su forma triangular tiene que ver con la Trinidad, primera manifestación de Dios. Su forma de bóveda alude a la Bóveda Celeste, símbolo cósmico. No es que odie las campanas, geométricamente tienen una forma sin bordes, infinita, como la superficie de la tierra, en la que es posible caminar en cualquier dirección sin mayor consecuencia que volver al punto de partida. Además, su forma es una representación análoga a como vemos actualmente la expansión del universo desde el Big Bang ¿creado o fortuito?
Ya lleva varios días en una silla de ruedas. ¿Como puede alguien maquinar y ejecutar tamañas estafas simultaneas? Eres una víctima como tantas otras y no puedo permitirlo. Dos o tres palabras son suficientes para mostrarle toda mi ira, pero alguien que no entiende palabras, necesita golpes. Me he rebajado a su nivel, de un certero golpe ocular lo he tirado de la silla. Él ha salido corriendo demostrando su cobardía y revelando su estafa. El matón de la esquina observa y sonríe levemente, le debe un favor y puede saldar su deuda. Yo camino despacio, me estás viendo a lo lejos. Lo observo acercarse y su sonrisa asesina no se ha borrado de la cara. Mi fuerza no es suficiente para detener su ataque y siento su halitosis mientras su cuchillo entra despacio entre mis órganos. Su inalterable sonrisa es sustituida por un silencioso “ya no volverá a ser un problema, estamos en paz”. Ahora todo es negro, no puedo moverme y no puedo hacer nada para ayudarte. La sangre fluye caliente arrancando mi vida. Abro los ojos y la almohada está empapada. Son las cinco y cinco.